Reto semanal entregarle del módulo 1

 El siguiente relato se trata de una experiencia vivida en mi trabajo hace unos años. 

En mi equipo de trabajo, la gente rondaba los 25 años, algunos superaban dicha edad llegando hasta los 35, pero la mayoría era gente bastante joven. Con la ampliación del equipo, surge la incorporación de una persona de unos 55 años, lo que, de primeras, choca a bastante gente del equipo. Se preguntaban cómo una persona "tan mayor" iba a trabajar en un equipo tan juvenil. 

Esta persona, según su CV, era un profesional experimentado y con mucho conocimiento en su área, pero no se tardó mucho en visualizar que a la gente no le hacía mucha gracia la presencia de este, evidenciándose en los “grupillos”, las quedadas fuera del trabajo, o incluso que esta persona normalmente no iba acompañada a la hora de comer.

 

Esta situación es un ejemplo de discriminación directa por edadismo, algo que todavía se da en entornos laborales y que debería ser erradicado. La edad no debería ser un factor determinante en el trato a una persona en el trabajo, ya que su experiencia y conocimientos son valiosos y necesarios para el éxito del equipo.

 

Para acabar con este tipo de discriminación, se podría seguir una estrategia de sensibilización y educación sobre la importancia del respeto a la diversidad en el lugar de trabajo. Además, se podrían establecer políticas claras de igualdad de oportunidades y trato justo, y dar ejemplo a través de acciones concretas.

 

También es importante que las personas afectadas por la discriminación directa por edadismo hablen y denuncien estas situaciones, para poder abordarlas y solucionarlas de manera efectiva.

 

En esta situación en concreto, esta persona se reunió con su responsable para hacer evidente lo que estaba viviendo y cómo se sentía. Gracias a esto, se pudo solventar en cierta manera esta situación y sentirse más integrado con sus compañeros de trabajo.